Para mejorar tu experiencia, conservamos algunas informaciones de navegación, llamadas cookies. Para obtener más información, consulte nuestras Políticas de Privacidad aquí..

La conservación de los recursos hídricos contribuye al desarrollo sostenible de los bienes de consumo.

El agua es fundamental para el desarrollo de la vida en el planeta. Los seres humanos, los animales y las plantas necesitan agua para sobrevivir. Su desecho trae pérdidas no solo para la preservación de todas las formas de vida, también afecta la economía y la producción de alimentos. Por eso, la reutilización del agua en la agricultura es una práctica que mejora la productividad y contribuye al desarrollo sostenible de toda la cadena productiva.

Según la Agencia Nacional del Agua (ANA), Brasil tiene un área irrigable de alrededor de 29,8 millones de hectáreas. A diferencia de otros países, la agricultura brasileña depende principalmente de las lluvias para el riego, sin embargo con las constantes crisis hídricas que el país ha experimentado en los últimos años, con largos períodos de sequía en muchas regiones, es necesario proteger los recursos hídricos y adoptar un uso más racional de este recurso.

Por tratarse de un esfuerzo urgente, la ciencia avanza en investigaciones que van desde el uso de plantas más eficientes y resistentes al agua, sistemas de riego inteligentes, prácticas de conservación de suelos y reducción de la evaporación, la integración de cultivo-ganadería y cultivo-ganadería-bosque, entre otros.

Sin embargo, la escasez de agua es un factor de preocupación que va en aumento, por lo que algunas acciones a mediano y corto plazo pueden ayudar a mejorar el uso de los recursos hídricos en la agricultura. Algunas medidas que se pueden considerar:

Reutilizar el agua de lluvia.

El agua de lluvia se puede recoger y utilizar para riego, lavado de maquinaria e instalaciones agrícolas. Para esto, invertir en un sistema de captación de lluvia puede ser beneficioso. Este sistema se sitúa en el techo de un área determinada y capta el agua para ser conducida a un módulo de recolección.

Cuidado de la salud del suelo.

Un suelo sano ayuda a retener el agua, reduce la temperatura de la tierra y también la pérdida de agua en la atmósfera.

Conoce las condiciones climáticas de tu región.

Es importante estar atento al cambio climático para planificar las mejores estrategias de riego del suelo. Saber cómo será el volumen de las lluvias te ayudará a predecir de manera más eficiente cómo regar tu plantación.

Mantente al tanto del balance hídrico de la región.

A partir del balance hídrico es posible saber cuánta agua entra y sale de un área determinada de tierra en un intervalo de tiempo determinado. Con esta información, es posible establecer si la tierra está recibiendo más agua de la que está retornando.

Así, el productor rural puede saber si su plantación está recibiendo la cantidad ideal de agua y si ésta se está utilizando de manera responsable.


Fonte: Embrapa - BRAGA, M. B.; LIMA, C. E. P.. Reuso de água na agricultura. 2014